Cámara Hiperbárica

¿Qué es una cámara hiperbárica?

Una cámara hiperbárica es un dispositivo médico diseñado para administrar oxígeno a pacientes a presiones atmosféricas más altas que las condiciones normales del nivel del mar. Estas cámaras se utilizan en un tratamiento médico conocido como oxigenoterapia hiperbárica.

En una cámara hiperbárica, el paciente se coloca en un espacio sellado donde se puede aumentar la presión ambiental, generalmente mediante la introducción de oxígeno puro. Esto permite que el cuerpo absorba más oxígeno de lo que normalmente obtendría a nivel del mar, lo que puede tener varios beneficios terapéuticos.

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Beneficios de la Cámara Hiperbárica

Mejora la circulación

Optimiza el suministro de oxígeno a los tejidos y promueve la generación de nuevos vasos sanguíneos.

Prevención de infecciones

El oxígeno concentrado inhibe el crecimiento de bacterias y fortalece el sistema inmunológico.

Reduce la inflamación

Disminuye la inflamación al potenciar la actividad de las células del sistema inmunitario y neutralizar los radicales libres.

Aumenta la vitalidad

Reduce la fatiga física y mental, mejora la concentración y alivia el estrés.

Fomenta la rápida cicatrización

Al incrementar el aporte de oxígeno, estimula la producción de colágeno y la proliferación celular en las heridas.

Además de otros beneficios

Revitaliza las células con bajos niveles de oxígeno, potencia la efectividad de algunos antibióticos, y promueve la producción de colágeno, entre otros efectos positivos.

¿Cómo es una cámara hiperbárica?

Existen varios tipos de cámaras hiperbáricas, generalmente con forma cilíndrica o de cápsula. Algunas son individuales y se presurizan con oxígeno, mientras que las cámaras múltiples utilizan aire, y los pacientes respiran oxígeno a través de una mascarilla o casco especial.

Estas cámaras deben ser capaces de resistir una presión mínima de 1.5 ATA (atmósferas absolutas) y pueden estar construidas con materiales como acero, aluminio o hormigón, incluyendo una sección transparente de acrílico especial. La presión en el interior de la cámara es equivalente a la que experimenta un buzo a profundidades de 5 a 20 metros.

Para que un tratamiento se considere como terapia hiperbárica u oxígenoterapia, el paciente debe estar completamente dentro de la cámara y respirar oxígeno medicinal al 100% durante un período de tiempo específico. El simple aumento de la presión sin la presencia de oxígeno no cumple con los requisitos para ser considerado un tratamiento en una cámara hiperbárica.

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Nuestro tratamiento

Ofreceremos consultas para tratamiento de oxigenoterapia y sesiones de la misma. Las cantidad de sesiones son indicadas en base a necesidades y cada sesión puede durar de 45- 60 minutos.

¿Cuánto duran las sesiones y los tratamientos?

Cada sesión de tratamiento dura alrededor de 45 a 60 minutos. El número de sesiones varía según el padecimiento y su respuesta al tratamiento. Se inicia generalmente con 10 a 15 sesiones según protocolos internacionales.

¿Para que sirve la cámara hiperbárica?

El oxígeno se transporta por todo nuestro cuerpo a través de la circulación sanguínea. Cuando utilizamos una cámara hiperbárica, logramos que el oxígeno no solo se transporte a través de la sangre, sino también a través del plasma. Esto significa que el oxígeno puede llegar a cada una de nuestras células, sin depender completamente de la calidad y cantidad del flujo sanguíneo. La falta de oxígeno en ciertos órganos y áreas circundantes puede llevar a la hipoxia.

Por lo tanto, podemos afirmar que las enfermedades que afectan a nuestro organismo pueden ser reducidas o eliminadas gracias al aumento del suministro de oxígeno y la eliminación de la hipoxia. Este proceso beneficia a nuestros órganos y sistemas en su totalidad.

¿Cómo se experimenta una sesión en una cámara hiperbárica?

La primera vez que te adentras en una cámara hiperbárica, es natural sentir cierta inquietud debido al miedo a lo desconocido y, posiblemente, a la posibilidad de experimentar claustrofobia.

Sin embargo, este temor suele desvanecerse rápidamente a medida que observas y escuchas los testimonios de otros pacientes.

A medida que la presión aumenta, es posible sentir una sensación de taponamiento en los oídos, pero es importante destaparlos, ya que de lo contrario podría resultar incómodo. Si esto ocurre, no dudes en informar de inmediato al técnico operador, quien puede escucharte y proporcionarte instrucciones o detener el proceso si es necesario. Una vez que se alcanza la presión adecuada, el ambiente se mantiene estable y desaparece la sensación de taponamiento en los oídos.

Cuando llega el momento de despresurizar la cámara (liberar el aire), es posible que sientas una cierta descompensación en los oídos, y se seguirá el mismo protocolo que al inicio para garantizar tu comodidad.